Carta para mi hombre mutante…

Te fuiste en un día extrañamente bellísimo y nostálgico del 3 de Marzo… en silencio, sin avisar, justamente como solías ser, como Artaud del Flaco Spinetta…nostálgico.

Te pedí una señal, hombre mutante, mi hombre mutante …una señal para saber si estás bien, si allá tomás café, si podés fumar, si podés leer y seguir escribiendo esas cosas tristes y melancólicas que solo vos sabías hacer o incluso si podés seguir cantando apasionadamente desafinado.

Como era de esperarse, un hombre mutante no puede resurgir en algo que pudiese ser como su mood triste y desconsolado, o como un triste boy, sino lo que guardaba dentro, en su alma tierna, noble y que nunca se atrevió a sacarlo hasta hoy…

… Un árbol de San Andrés me has dicho.

Nunca te olvidaré porque siempre vas a vivir en mí, en los marzos que me quedan de vida…mi hombre mutante.